El alunizaje de Neil Armstrong, según Gonzalo Arango


De una estrada previa a de este pinche blog, se vuelve a publicar la poesía que en 1969 al poeta Nadaista Gonzalo Arango  le publicaron, leyendo por encima (esa es maña vieja), el El Tiempo, lo que entre otras cosas le costó el retiro la expulsión de ese diario.

Para mí es prueba más que suficiente de la llegada a la Luna.

Según estaba previsto por
los computadores de la Nasa,
Siendo exactamente las 20:19
(Greenwich MeanTime)
en el Centro Espacial de Houston,
el selenauta Neil Armstrong
abrió la escotilla del “Lunar Module”,
descendió uno a uno, lentamente…
los nueve peldaños de la escalerilla
y puso pie en la Luna
a 330.000 kilómetros de su casa.
Era un momento eterno, ¡aterrador!
En una mano empuñaba la bandera
de su Patria. ¡El Colón de la Luna!
Lo embargaba una emoción tan tremenda
que no pudo evitarlo y soltó un pedo.
En la majestad del silencio selenita
delató la presencia del hombre en la Luna.
Aunque el incidente no estaba previsto
en el riguroso programa espacial,
pasará a la historia.
Fue un pedo sublime.
¡Nadie lo niega!

Gonzalo Arango

Increíble pero ni con Google encuentro el título.

Ahora en los 50 años del Alunizaje me cordé del título «Para Eterna Memoria«

Mas de Gonzalo Arango en este vínculo

La verdad sobre el alunizaje


Hace cerca de 40 años había dos cosas interesantes en la prensa, eso si, aparte de las tiras cómicas. La principal: la información sobre el primer viaje a la Luna. La otra las poesías que escribía Gonzalo Arango en las páginas del diario El Tiempo.

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Armstrong, Aldrin y Collins eran los astronautas designados para esta labor, un honor que había venido decantándose en el estricto y algo complicado sistema de selección de tripulaciones de la NASA, incluso luego se supo que el honor de ser el primero en pisar el suelo lunar, le había correspondido a Neil Armstrong no por ser un piloto de pruebas civil, sino por el sentido en que abría la puerta del módulo lunar. Durante ese mes ese fue el tema con que se desayunaban, almorzaban y comían los terrícolas. Ya pasado tanto tiempo, algunos ponen en duda esos sucesos. Allá ellos… Muchos son los que simultáneamente dicen que eso del alunizaje fue un montaje, y al mismo tiempo dicen que los astronautas vieron naves extraterrestres en la Luna.

En cuanto a los escritos de Gonzalo Arango, él también se ocupó de Selene y sus visitantes. Por esos días publicó tres poesías relacionadas con el viaje a la Luna. La más impactante, literalmente, fue la siguiente:

Según estaba previsto por los computadores de la Nasa,

Siendo exactamente las 20:19

(Greenwich MeanTime)

en el Centro Espacial de Houston,

el selenauta Neil Armstrong

abrió la escotilla del “Lunar Module”,

descendió uno a uno, lentamente…

los nueve peldaños de la escalerilla

y puso pie en la Luna

a 330.000 kilómetros de su casa.

Era un momento eterno, ¡aterrador!

En una mano empuñaba la bandera

de su Patria. ¡El Colón de la Luna!

Lo embargaba una emoción tan tremenda

que no pudo evitarlo y soltó un pedo.

En la majestad del silencio selenita

delató la presencia del hombre en la Luna.

Aunque el incidente no estaba previsto

en el riguroso programa espacial,

pasará a la historia.

Fue un pedo sublime.

¡Nadie lo niega!

Gonzalo Arango

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Dicen que por esta poesía no le volvieron a publicar nada a Gonzalo Arango en El Tiempo. Pero para todos los efectos, considero que es la mejor demostración de la llegada del hombre a la Luna.

Prueba suficiente…

PD

Dos interesantes páginas relacionadas con el tema, una la sección especial de la NASA que incluye asuntos multimedia como la zona de alunizaje y los videos restaurados; y otra de la Biblioteca Museo John F. Kennedy con una reproducción del viaje ‘On Line‘, con los momentos claves de los que pude apreciar el lanzamiento y el acople inicial del CMS con el LEM aún montado en el SIV-B y su posterior separación. (¿Se entendió?)

El sitio de Alunizaje

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