Cogidos sin conexión por sorpresa un 9 de julio en Bucaramanga


Caos en el tráfico un lunes

Mientras en el resto del mundo están preocupados por la amenaza del Malware llamado DNS Changer, que supuestamente dejaría sin acceso a Internet a millones de computadores, acá en Bucaramanga más ramplonamente amanecemos sin saber que pasa con el transporte público.

¿Y como es el cuento?
Pues que mientras por otros lares la preocupación está fundada en la amenaza que representa un malicioso programa que redireccionaría el tráfico de Internet, acá no nos hemos dado cuenta del caos en que se verá el tráfico y el transporte público por la entrada tardíamente apresurada de la Fase II de Metrolínea. ¿Tardíamente apresurada? Si, es cierto. Cerca de año y medio después de la programación inicial. Pero por mostrar algo han acelerado al final sin tener previsto lo mínimo necesario.
Primero que todo hay que recordar que en el fondo estamos hablando de un servicio público. Así es el transporte público aunque de él se lucren los privados. Por ello los que prestan el servicio deben tener en cuenta que los usuarios son su clientela y como tal deben respetarla. Pero el usuario es el que menos le interesa a todos los que participan en ese negocio. Por una parte al autoridad de transporte es el Área Metropolitana de Bucaramanga, una entidad que fue eficiente a finales del Siglo XX, pero que desde la vigencia de la Constitución de 1991 se vio reducida a ser un descampadero de burócratas.

¿O que alguien me cite una obra buena, planeada y ejecutada por esa entidad en lo que va del Siglo XXI? ¿O no es cierto que el Área Metropolitana durante la Administración de Fernando Vargas no tuvo otro sentido sino tapar las defecadas del ex Alcalde Honorio y su escudera la Dama del Carreteable? ¿Qué pasó con los contratos para sacar los hijemil muertos del cementerio de Campohermoso? ¿Y qué con las compras de casa en Chorreras y San Miguel para quedar convertido esa vía en un parque? Obvio, la técnica es dejar que prescriban las cosas. ¿No se deben la mayoría de las demoras de la entra da en servicio de la Fase II, a la falta de eficiencia el Área Metropolitana en la negociación de los predios de la Vía a Piedecuesta? Ante esto queda una pregunta.

¿El Área Metropolitana  ya definió que rutas convencionales van a eliminar y cuando van a hacer el anuncio respectivo?

Al ciudadano deben contarle anticipadamente cómo le van a afectar sus desplazamientos con los cambios. La gente debe programarse para llegar a tiempo a su trabajo, al colegio, etc. ¿Será que van a dejar el paralelismo? ¿O por esas medidas que se sienten tomadas «a la loca», van a generar más piratería? Solamente hasta el domingo 8 empezaron a circular los mapas de las rutas en Internet, aunque se tiene que ser un genio para poder leerlos en la pantalla. Puede comprobarlo en este vínculo Conozca las nuevas rutas de Metrolínea. Por otra parte, hay que recordar que un alto porcentaje de personas no son capaces de leer un mapa o al menos de interpretarlo. Y en la mente tiene un mapa mental de la ciudad distinto, para ellos es clarísimo si la rita dice «Bucarica – UIS» y además saben que va por la 27. Pero será cuestión de esperar. Para Fase I hubo folletos con mapas para bempapelar todo el recorrido. Y para lo que sirvieron… Con esa cambiadera de rutas no sirvieron para un sieso dijo mi tío.

El sorprendente enigma de las paradas intermedias.

La semana anterior vi pasar por la carrera 22 dos buses alimentadores repletos. Repletos de conductores uniformados de Metrolínea. Bueno, al menos a ellos si les hicieron una inducción. Para los recién llegados los alimentadores son los pequeñitos que se observa encabezando la figura superior, los siguientes son los padrones – nada que ver con las hormigas culonas, – y los articulados. Ahí confirmé que aunque en la información de Vanguardia no decía nada de la 22, los directivos de Metrolínea habían resucitado la idea de usar el par vial 21-22. Claro a Vanguardia no se le debe creer más del 50%, máxime si se trata del matemático de la información, Euclides.

Lo grave del asunto es que pasé por el sector y no vi demarcadas las paradas o paraderos. Este par de vías viven congestionadas más que todo por el desorden de los conductores de buses, y obvio de los pasajeros, parece que hubiera una ley que exige que los buses en  Bucaramanga deben parar en donde más obstruyan la circulación, ojala en un cruce. ¿Será que esa costumbre la va a adquirir Metrolínea? ¿Y no solo en esas vías, sino en todas las que permitan paralelismo?

Metrolínea en la 33 a Vuelta de Rueda

Desde que la Dirección de Transito dejó pasar todas las rutas posibles por la carrera 33, en esta vía que era una de las de mayor flujo y velocidad promedio, la velocidad no se medía como en la física normas espacio sobre tiempo, sino por teoría de filas de espera. No es exagerado afirmar que hasta cuando salieron los buses convencionales por la Fase I, una persona caminado iba más rápido que otra trepado en un bus, especialmente en el tramo entre la calle 41 a la calle 56. Produce risa pensar que a este sistema de transporte lo llaman BRT (Bus de Tránsito Rápido).

Con el paralelismo permitido las cosas van a empeorar, máxime con la falta de control de las autoridades que permiten que amplios sectores de las vías se conviertan en zona de espera de los taxis.

Habrá que esperar…

Proximamente se publicará en este blog un artículo sobre los problemas económicos de Metrolínea y otro sobre el apoyo de las diferentes las entidades a Metrolínea. Espérelos.