Voto finish, un neologismo que se está volviendo viejo y que inventó hace un tiempo algún gracioso y por su eufonía con la palabra foto-finish. Se utiliza el vocablo para referirse a una elección reñida. Eso es lo que se presiente e indican las encuestas «encapsuladas», sobre las elecciones de finales de octubre para la Alcaldía de Bucaramanga y la Gobernación de Santander. Pese al peso de la figura del Gobernador, usando términos ciclísticos, los candidatos liberales no parecen que puedan ganar por ‘escapada’. Parece que la definición será en sprint. Y eso se siente en el ambiente por encima de la evidente apatía de los amnésicos electores. Y no sería raro que al partido liberal la vaya a ir mal, pues tanto Horacio como los candidatos a la gobernación y a la alcaldía de la capital tienen suficiente experiencia en «quemadas» como llaman acá a la pérdida de las elecciones.
En cuanto a las corporaciones públicas, seguiré el consejo de un experto «apolitólogo», el me hizo la propuesta que se trancribe a continuación:
«Mano, haga un experimento mental como los físicos cuánticos, simplemente piense en los diputados y concejales actuales, y pregúntese a cuántos de ellos invitaría a su vivienda sin temor a que se le perdieran los cubiertos o a que se le orinaran en la sala. Amplíe el universo de sujetos a los cerca de 500 candidatos, aunque realmente los que hacen campaña no pasan de 30. Lo más probable es que le suceda lo que al patriarca Abraham en cuando las pruebas nucleares de Sodoma y Gomorra (Génesis 18:20-21) y termine regateando hasta que no encuentre uno solo.
Ni adentro ni afuera 
Y, a pesar de la foto, termina ganando el 2, si es el que tiene más biyuyo
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