Cosas de antes


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Una fotografía antigua nos sirve como incentivo para compartir recuerdos que varios amigos tiene de un sitio de Bucaramanga.

«Esa es la Puerta del Sol, como se llama el cruce de las vías que van a Floridablanca y a Girón, como se aprecia está recién construida la rotonda que organiza el tráfico, antes había un cruce normal, luego un cruce semaforizado con sus vendedores ambulantes y despues de muchos años se construyó el intercambiador actual».

«Si, tiene razón. También se aprecia a la derecha la estación de taxis, entonces estos vehículos no estaban pintados de amarillo, y también las canchas de tenis de la puerta del sol. Eran de las pocas cnachas públicas que han existido en esta ciudad. Más alla se ve la iglesia o capilla del Divino Niño, que más parecía un gallinero, con su caliente cubierta de fibrocemento».

«Claro, eso al fondo ahora es el conjunto ‘Los Conucos’ o ‘Conucos’ a secas, solamente se ve la primera etapa, y con eso se puede pensar que la fotografís es de mediados de los años sesenta. En el lado de la cancha, sobre la 27 quedaban unas casetas de esas como de viejaro de pueblo, esas y otras que quedaban hacia donde ahora queda Cajasán eran el sitio de paso obligado de los amanecidos, que pasaban a rematar con Bavaria, Club Soda, Kola Hipinto, chorizo, morcilla, arepa y huevo duro».

«Como se ve en la foto, había tan pocos automóviles en la ciudad, tan pocas, que las autoridades habían señalado un paso peatonal para llegar a la rotonda, y si se mira bien aún no salía la doble vía de la autopista a Floridablanca, de ahí se conectaba a la ‘carretera vieja’, que en esa época no tenía ese nombre»; en el centro de la rotonda estaba una fuente que habían traído del parque de la Concordia, no el de la plaza de mercado, sino de ese pedazo que queda en la calle 50 sobre la diagonal 15, ese sitio que quedó bloqueado con el Metrolínea, esa es la misma fuente que ahora está en la plaza que queda al lado de la Casa de Bolivar, en la 36 con 12″.

«Y del parque o espacio que había mas allá de las canchas no quedó nada, los generosos concejales se lo dieron en comodato a una fundación benéfica de los masones, quienes construyeron allí una clínica y cuando acabaron la clínica, en vez de devolver los terrenos y construcciones al municipio, se la vendieron a una EPS.»

Así pues, amigo, saque sus conclusiones.