Bucaramanga sin mapas en la red (II)


Seguimos el asunto de la cartografía de Bucaramanga. Previamente dijimos que parecía que el COVID-19 había afectado la cartografía de Bucaramanga, y que Hasta el año pasado tuvimos por acá buenos servicios de cartografía digital.

Bucaramanga aerofotografía aparentemente de 2017

Continuamos con los problemas de la cartografía de Bucaramanga.

En la primera parte decíamos que parecía que la pandemia había afectado la cartografía de Bucaramanga, y que «Hasta el año pasado veníamos gozando de unos buenos servicios de cartografía digital en Bucaramanga y su área metropolitana».

Y que «Esa herramienta tan práctica para profesionales y estudiantes, y por cierto tan necesaria en esta época de teletrabajo, no está al alcance de los lugareños interesados»

Se habló del POT de Bucaramanga en línea y que había desaparecido por falta de pago a ESRI. Y prometimos hablar sobre lo catastral.  La Primera parte en este vínculo.

Resulta que así como el virus del COVID-19 no estamos seguros si el problema empezó a finales del 2019 o a inicios del 2020.

Nos referimos a la desaparición en Bucaramanga y los municipios del área metropolitana (Floridablanca, Girón y Piedecuesta) de la cartografía del Geoportal del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). Acá el vínculo.

Pero antes algo de historia. Consultamos con los amigos del grupo llamado El Grupo de Estudio de Tímidos Urbanistas Patafísicos de la Meseta de Bucaramanga y de sus Escarpas y Rumbones.

Nos contaron que cuando el país empezó a descubrir que la geografía servía además de entidad para trazar mapas militares  y  las variables para cobrar impuestos, el IGAC, tuvo como función encargarse del catastro nacional.

La información estaba desde el nivel nacional hasta el predio individual, pasando por los departamentos, municipios, barrios, manzanas y lotes. A nivel del ciudadano de a pie, aparecieron las cartas catastrales.

Originalmente eran dibujadas a mano en papel mantequilla, previo levantamiento topográfico, (las correcciones al dibujo se hacían con cuchilla de afeitar) para ajustar las restituciones aerofotogramétricas que se hacían de pares de fotografías,

Y las cartas se copiaban en heliógrafo, el usuario salía mareado del olor de amoniaco. Posteriormente se dibujaron en computador y como todo, menos detalle y cuidado en la elaboración.

Sucede, me dicen, como los conceptos técnicos de los burócratas de hoy día,  contestan con un texto 12 páginas de normas copiadas y pegadas sin orden ni concierto y cero conclusiones.

Volvamos al tema. Mientras el país se percató que la mayoría de la población se había asentado en áreas urbanas, luego de muchos intentos sacó una ley que pretendía ser de Reforma Urbana, eso sí, tibia y tan ineficiente como las de Reforma Agraria.

Fue la Ley 9ª de 1989 que posteriormente dio paso a lay Desarrollo Territorial, la Ley 388 de 1997. No fue como se pretendió La Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial que se pensaba en la Constitución de 1991.

Dicen que fue al revés, que por politiquería, se pretendió planificar el país de las partes al todo y no al contrario. Los municipio confeccionaban los retazos para armar la colcha de le región.

El ordenamiento territorial fue una valiosa oportunidad que perdió el IGAC para posicionarse el todo el territorio. Los cortos de vista politiqueros que lo manejaban pretendieron cobrar millonadas por la elaboración de la cartografía a los municipios.

No se les ocurrió haber realizados proyectos de apoyo en asociación con estas entidades.  Como dicen: Los dejó el tren.

Acá en Bucaramanga, me cuentan los del Grupo de Estudio, casi que a regañadientes participaron en un convenio para elaborar la cartografía digital del área metropolitana, con participación del Área, las empresas prestadoras de servicio, la CDMB y los municipios.

Las cartas catastrales digitales del IGAC, tenían algo menos de información que las dibujadas a mano. Iniciando los primeros años del segundo decenio de este siglo, el IGAC empezó a montar la cartografía de todos los municipios bajo su jurisdicción.

Y para qué, hay que reconocer que era un servicio excelente. Abajo un ejemplo en el 2017, el predio de propiedad de HG, la firma de entonces alcalde Rodolfo en los cerros orientales

Se observa que tenía un tris más de área de lo que el ex alcalde dijo en su momento.

Una herramienta muy buena. Para profesionales de casi todos los sectores. Abogados, topógrafos, ingenieros, arquitectos, evaluadores, economistas, etc.

Pero a finales del su gobierno, viendo que si manejaba el catastro podía manipular los impuestos prediales, se hizo todo lo posible para el manejo fuera delegado al Área Metropolitana. Y así sucedió en efecto. Pasó a manos más incompetentes, dicen los conocedores.

De entrada el vínculo del Geoportal del IGAC anuncia las restricciones Vínculo

Y al ingresar en el área de Bucaramanga, eso parece la Zona Fantasma de Superman: Todo en blanco. La imagen de la derecha es de Barrancabermeja a la misma escala.

Fin de la segunda parte…